A rodar, a rodar, a rodar y a rodar mi vida...

Cuentos en camino. Una prueba piloto. Una cucharadita para ver a qué sabe. Un prólogo o un resumen. Algo así será el viaje que empiezo hoy. Atravesaré las sierras de Córdoba, no será muy lejos ni muy aventurero, pero será un viaje al fin. Llevo en mis alforjas lo indispensable, una carpa y una valijita cargada de cuentos.

Saldré temprano, antes que le veamos la cara al sol. Saldré despacio, porque este viaje no es ninguna carrera. Es un preguntarle a mis sueños a qué están dispuestos. Es salir a rodar los caminos con los ojos ansiosos y la lengua pronta a regalar historias.

Saldré a buscarme entre los quehaceres cotidianos del trotamundos, para descubrir si es allí donde está mi destino o no. Saldré con más preguntas y volveré, si la suerte me acompaña, con algunas respuestas... que abrirán más preguntas.

Aún no sé con exactitud dónde voy a parar, cómo haré para contar mis cuentos en los lugares que encuentre. No sé a quiénes voy a cruzar, con qué caras me voy a ver, en qué charlas me voy a colar. Aún no sé si mis piernas recuerdan los kilómetros que una vez recorrimos o si mis ojos esperan encontrar los mismos paisajes que en la memoria me quedaron grabados. Aún no sé si tomaré un camino nuevo o atravesaré el mapa por las rutas familiares.

Solo sé que tengo todo listo, que en unas horas todo se pondrá en movimiento. Espero encontrarme con nuevas historias, más allá de las que el camino me haga contar.

Y como dice Fito, "a rodar mi vida..."