Entrevistas que regresan
Antes de lanzar al camino este nuevo blog tuve la oportunidad de entrevistar a algunas personalidades de la literatura infantil y juvenil, como Fernando de Vedia, Jorge Luján, Pep Bruno. Misteriosamente dichas entrevistas se extraviaron en algún lugar del camino, entre documentos, mails y demás, y no llegaron a publicarse en el tiempo en que fueron hechas.
Pero todo sucede por algo, dicen por ahí... Entonces, ahora que las he reencontrado, iré compartiéndoselas para que las disfruten tanto como yo.
Seguimos en camino!
Entrevista a Fernando de Vedia
El escritor que les presento nació en Buenos Aires y ha escrito muchísimos cuentos de su autoría y también ha escrito adaptaciones de cuentos populares.
Si quieren conocer más sobre su "vida y obra" les recomiendo entrar a esta sección de su blog: ¿Una biografía?
Si quieren conocer más sobre su "vida y obra" les recomiendo entrar a esta sección de su blog: ¿Una biografía?
fotografía de http://abccultural.com.ar/nota.php?ID=1675
¿Te contaban cuentos de
terror en la infancia? (a modo de relato oral, no de lectura en voz alta) En el
caso que sí… ¿Quiénes? ¿A qué horas? ¿Te asustabas?
Las canciones forman parte del relato oral porque es otra forma de contar
historias. En ese sentido, yo recuerdo la que me cantaba mi padre especialmente
durante los atardeceres. Se llamaba “Entre San Pedro y San Juan”, y con el
tiempo supe que formaba parte del cancionero popular del noroeste de nuestro
país y solía entonarse en época de carnaval.
Decía así:
Entre San Pedro y San Juan
hicieron un barco nuevo;
el barco era de oro
los remos eran de acero.
San Pedro era piloto
San Juan era marinero,
y el capitán general
era Jesús Nazareno.
En una noche oscurita
cayó un marinero al agua.
Lucifer que nunca duerme,
contesto de la otra banda
diciéndole estas palabras:
– Marinero, ¿qué me das
si yo te saco del agua?
- Te doy todos mis navíos
cargados de oro y plata.
– Yo no quiero tus navíos,
ni tu oro ni tu plata.
Yo quiero que cuando mueras
a mí me entregues el alma.
– Yo el alma la entrego a Dios
y el cuerpo al agua salada;
y los restos que quedan
a los pescados del agua.
A mí me daba
muchísimo miedo, imaginaba la oscuridad, el río, el diablo, el pobre tipo
ahogándose, y no me gustaba nada. Sin embargo, me marcó de tal forma que me
encontré muchas veces cantándosela a mis hijos antes de dormir. Y siempre les
gustó, al punto de tener que repetirla.
Claro que
cuando veo las películas espantosas que suelen mirar algunos pequeños desde su
más tierna infancia, me pregunto si yo era un poco lento por asustarme así, o a
los chicos de hoy los criamos demasiado rápido.
¿Algún cuento o relato
de la infancia te quedó en la memoria para influir en tu manera de escribir?
La canción que mencioné fue mi primer acercamiento al miedo, y tal vez la
primera influencia en el gusto que desarrollaría con los años por el terror
como género literario, entre otros. De todas formas creo que la mayor
influencia la recibí en mi adolescencia con los cuentos de Roald Dahl, Fontanarrosa
y Agatha Christie, que me enseñaron a gustar del uso del humor, la incorrección
política en los relatos para chicos y los finales inesperados.
¿Alguien te cuenta
cuentos hoy?
Creo que es muy importante que no perdamos la capacidad de contar y
escuchar cuentos sin importar la edad. En mi caso, mi hijo Joaquín, que tiene
cuatro años, suele contarme historias de tanto en tanto. A veces las inventa al
pasar las páginas de un libro y hace su propia interpretación de las
ilustraciones (porque todavía no sabe leer). Otras simplemente salen con
espontaneidad de su cabeza sin necesidad de ningún soporte. Y en muchas
ocasiones, sus ocurrencias, al igual que las de Clara que tiene trece, han
despertado ideas para mis cuentos.
Con la multiplicidad de
medios tecnológicos que acercan la literatura a las sociedades en la
actualidad, ¿cuál crees que sea la potencialidad de los cuentos contados
oralmente hoy por hoy?
Sin dudas veo a la tecnología como una gran aliada de la literatura en
todas sus formas. Especialmente cuando se trata de llegar a los llamados
“nativos digitales”, que son aquellos que no conocen un mundo sin compu, sin
celular, sin internet y se relacionan con estas herramientas de manera
cotidiana y natural. Hoy podemos escuchar un relato en un podcast y reproducirlo
en un mp3. Este ejemplo, que es apenas una muestra dentro de un gran mapa de
posibilidades, refleja el enorme potencial que tienen los cuentos contados
oralmente cuyo único límite es la creatividad de quien los narra para encontrar
esos nuevos caminos de difusión.
Si un niño o niña se te
acerca y te dice… “Fernando, ¿me contás un cuento?”… ¿Cuál elegirías y por qué?
Siempre digo que la escritura es uno de los ejes que le dan sentido a mi
vida, porque me permite llegar a los chicos para tratar de aportarles mi
granito de arena a sus vidas, ya sea haciéndolos reír, emocionándolos o
ayudándolos a pensar. Por eso, y porque creo que mis textos me ayudan a
conectarme con los chicos desde el alma, creo que elegiría alguno de los que
forman parte de mi obra y que suelo narrar cuando visito escuelas de todo el
país.
Visitá a la web de Fernando http://www.fernandodevedia.com
¡Muchas gracias Fernando!
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